José Luis Fernández Juan es un escritor y profesor del colegio del Pilar de Valencia, España. Como último proyecto, ha editado su libro Pinceladas de Harmonía.Con, esta es la continuación de un primer libro llamado Pinceladas de Harmonía. En el año 2020, ha sido premiado como “Libro del año” por Forolibro.
Pinceladas de Harmonía.Con, es un libro basado en personajes ficticios, cada uno con sus cualidades que los hacen únicos. Todos se encuentran en Harmonía, un lugar de ensueño en el que cualquier persona le encantaría vivir, donde reina la paz, diversión y creatividad.
Fernández, nos cuenta un poco sobre este libro, sus personajes y cómo fue su viaje a Harmonía mientras iba creando a todos sus ciudadanos.
P: Pinceladas de Harmonía.Con dice “Detrás de cada imagen existe una fascinante historia por descubrir”. Ya podemos ver tu imagen, pero, ¿cómo comenzó tu historia en la literatura?
R: En mi período universitario comenzó mi Km.0 de mi amor hacia la literatura. Leía prácticamente todo lo que caía en mis manos; lo levantaba con los pies y lo leía al pie de la letra.
Bastantes de aquellos libros inaugurales todavía me siguen inspirando a la hora de componer: A El almuerzo desnudo de William S. Borroughs le debo el gusto por la no linealidad; A El amor loco de André Bretón, el gusto por la fundición de géneros; A El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, el gusto por el juego entre realidad y ficción… Los leí a gusto a tiempo.
Estos libros y bastantes más, que no cabrían en un párrafo entero ni en una bolsa de polietileno, me dejaron una huella indeleble. Fueron un contraveneno espiritual contra la circunspección y grisura de la literatura comercial que tanto proliferaba en aquella época. Les debo mucho.
Desde entonces y hasta ahora mi historia con la literatura sigue vigente. Afortunadamente sigo descubriendo historias en cada lectura.
P: ¿A qué tipo de público te diriges principalmente con este libro?
R: En algún momento preambular pensé en dirigirme a la Generación Z (más conocida por K, centúrica, internéutica, centenial o posmilénica).
Mi estilo literario lo veía ideal para este público que no entiende un mundo sin Wi-fi, Instagram, youtube o tik-tok. Pinceladas denotaba modernidad y los veía muy preparados para enfrentarse al reto de sostener la belleza en este nuevo espacio virgen.
Pensé en ellos porque igual que podían usar 3 dispositivos a la vez, podrían leer atentamente Pinceladas de Harmonía, El diccionario de JLFJ y Pinceladas de Harmonía.Con también a la vez. Ellos están cualificados para que su mente sumamente despierta procese simultánea y perfectamente 3 fuentes de información… e incluso volver a disfrutar de la relectura… una y otra vez.
Sin embargo, esta idea de exclusividad inicial en seguida la cambié por la de la globalidad actual cuando descubrí que ¡ A la Generación Z cuando se repite… le entra somnolencia!
P:¿En qué te inspiraste para crear cada personaje? Si alguno está inspirado en alguna persona de tu vida, ¡menciónalos!
R: Algunos animales preclaros inspiraron a algunos personajes de Pinceladas de Harmonía.Con: el ajolote, a Lisardo; la quimera azul de nariz puntiaguda, a Luana; El pez borrón y cuenta nueva, a Enzia y Paz; El tenrec rayado de tierras bajas, a Nano; el lagarto gusano de dos patas, a Ana y Arsacio; el oposum de agua, a Bebo; el picozapato, a Druso; el duiker cebra, a Yalinka…
El más inspirado en alguna persona real es el de Fidriana, la juglaresa. Ella es el otro yo de Anni-Frid Lyngstad, la cantante del grupo ABBA. Alteza serenísima. Sirenísima. Desde aquí le mando un abrazo. Lo necesitará para cuando nade a braza.
P: De todos los capítulos de tu libro, ¿cuál es tu favorito y por qué?
R: Las preferencias por algún capítulo serán coyunturales y dependerán de los pentagramas rayados en los párpados del candil. Hoy, aquí y ahora me encandila El irrepetible Nicomedes. Cuento espacial.
Alucino cómo el cuentacuentos Daristóbulo emplea la técnica de la libélula lila para emocionar a la audiencia.
El cuento que cuenta te transporta a los mundos imaginarios de Pláplaning o Mefosdémona con un dinamismo y autenticidad fuera de todo sueño. El recorrido es preciso y precioso. Sin orden estructural pero con la mágica profundidad del que mece la fantasía como si no hubiera un pasado mañana.
El valor dramático de cada pasaje te emociona tanto como el humor de finta y florete. Las leyes de la naturaleza gravitan alrededor del enigma hasta lograr la rúbrica fulgente de la última función. Un cuento cósmico. Una predilección de anatomía.
P: Si tuvieras 50 palabras como máximo, ¿cómo describirías Harmonía para captar la atención?
R: Inefable.
P: Entre Pinceladas de Hamonía.Con y Pinceladas de Harmonía, ¿cuál prefieres?
R: Las dos dimanan de las modas contraventivas a modo de cuadros pictóricos que combinan sobrias circunscripciones con materias propalantes. La energía de la extrañeza y la estampación de la fascinación triunfan en una atmósfera lumínica que irremisiblemente evidencia su perfil. En este sentido no puedo tener preferencia por ninguna. A las dos las quiero por igual. Como y después hago la siesta.
Me gustan las dos obras porque ambas mantienen sonidos decodificados que encubren los rumores de lo común. Si su contemplación estática y estética consigue llevarte a una nueva percepción de sensibilidad, podemos conseguir que el ser humano no se robotice. La intensidad invisible no entiende de supremacías soterradas.
Aunque reconozco que Pinceladas de Hamonía.Con se pierde más en la ensoñación calderoniana y Pinceladas de Harmonía, más en un paisaje de corales y baobabs; mi preferencia de una frente a la otra se difumina por un collage de flujo genético.
P: Si tuvieras que llevarte a la guerra un personaje de Pinceladas de Harmonía.Con, ¿con cuál te quedas?
R: ¿A qué guerra? ¿La de los 100 años, la de Cuba, la de Vietnam. la de Las Malvinas, la de Los Balcanes, la de la Independencia, la Civil? ¿Alguna actual u otra por venir? Ninguna tendría porvenir. En Harmonía estamos para otros menesteres más formativos.
Como el pasado está para aprender de él y no volver a cometer los mismos errores, no creo que me llevase a ningún personaje a participar en este tipo de conflictos bélicos; básicamente porque no creo que a nadie le apeteciera ir a matar a nadie.
Los harmonienses prefieren entretenerse en actividades más atractivas como chatear con los amigos en redes sociales con el lenguaje de las flores, ver en línea series de televisión españolas, crear un blog de viajes del imserso insertado en excel, fundirse en un abrazo mientras comes cocina fusión, descargar música de cámara ejecutada por por por tríos de cuerdas cuerdos, usar internet para enseñar a usarlo, ir a comprar al Macrobazar Lontario o subir videos a Tik Tok de flamencos bailando flamenco.
Cualquier harmoniense estaría en pie de guerra contra la guerra. Seguro que a buen seguro buscarían mecanismos para conquistar el desarme y vencer a la violencia, la intolerancia o el desplazamiento forzado.
No a la guerra y sí a la paz. Eso sí, la paz no derrotará a la guerra tan fácilmente; al final dependerá de la disposición de nuestros actos hacia la vida y sobre todo… del sentido común de nuestros gobernantes.
P: ¿Cómo te llevarías tú con Yalinka?
R: Chévere. Piensa que los dos compartimos rasgos: tenemos capacidad de adaptación al medio de transporte, disfrutamos más de la fruta sencilla que de la caraota cara, aceptamos la tolerancia del riesgo como si no hubiera serpientes entre hojarascas, concebimos de manera creativa nuestro futuro de subjuntivo, amamos la pureza de la naturaleza con madura ternura y nos gustan las cebras más que a Lisardo la gelatina de amaretto.
Además a Yalinka le compraría un reloj de cebra con cámara de 1080P HD Drone Wifi. Nadie los fabrica como ella. Impermeable, inteligente, uniforme y personalizable. Y él, con geomagnetófono, ranura de memoria para tarjeta externa, 512 MB de memoria RAM, procesador de doble núcleo a 1 GHz e información accesible con comandos de voz.
P: ¿Por qué Druso es el primer personaje que aparece en Pinceladas de Harmonía.Con?
R: Porque Druso es un personaje modelo y creo en él a pies juntillas. Nació de pie. Va con pies de plomo. Nunca saca los pies de tiesto. Sé de qué pies no cojea. Tiene pies y cabeza.
Con Druso, al igual que con Yalinka, también comparto rasgos: para el cuidado de los pies los dos empleamos exfoliante de azúcar con aceite esencial de semilla de uva, utilizamos calcetines adecuados para los tiempos que corren sin camiseta, no tenemos venas varicosas y nuestros calzados son frescos como la lechuga trocadero.
Druso se merece ser el primer personaje. Sus pies logran evocar emociones profundas e íntimas. Si Ícaro pudiera levantar el vuelo, prescindiría de sus alas y se serviría de los pies de Druso.
P: Si tuvieses que desterrar a algún habitante de Harmonía, ¿a quién sería?
R: Más que desterrar, invitaría a viajar a Luana Molby al Gran Agujero Azul de la costa de Belice. Luana podría sumergirse en este sumidero mágico buceando entre los corales y tiburones de sus aguas turquesas. Allí interpretaría su mejor actuación dándole voz a lo que apenas puede decirse.
P: De los cuatro premios en el concurso de fotografía de Harmonía, ¿cuál es tu favorito? Y, ¿qué buscarías fotografiar para ganarlo?
R: Mí foto favorita es la que ganó el tercer premio. La de Lorelei en donde aparecen Ana y Mepomucena conduciendo una limusina en los autos de choque de la feria. Lorelei ha sido capaz de plasmar la imagen de Mepomucena con la inusitada expresión de “prefiero la montaña al tren de la bruja rusa”.
La hipálage capta la electricidad del ambiente ferial con su apetencia de destino: la banda de goma protectora, el alambre del techo echando chispas, la canción “Colorado” de Xandra Reemer como música de fondo, la ficha redonda de plástico, la carrocería aerodinámica de la limusina… Los carritos chocones logran atraer mecánica y visualmente la mirada del público hasta conseguir que su magnetismo cobre un inédito brío.
Para ganar un premio de fotografía buscaría plasmar en la foto la certeza que no es certeza de la irrealidad de lo real. Alteraría lo delimitado eximlendo lo volátil del momento desde la sugestión de la imagen. La verdad no es un número. Perder sería mi victoria si consiguiera que la cascada de emociones fluyera de abajo arriba.
P: Con el libro puedo notar la imaginación que tienes, me gustaría, que hicieras una breve introducción a tu propio personaje de Harmonía. ¿Cómo lo llamarías?, ¿a qué se dedicaría?…
R: Briseido me parece un nombre muy musical y pictórico. Ideal para la obra.
Sería un personaje de alta definición de un psicocuadro de Aridany en tela de algodón poliéster con imprimación artesana clásica de bellas artes con base de cola y resinas acrílicas.
Mi diseño estético quedaría modelado a partir de estructuras geométricas como los triángulos, rectángulos o cubos. MI fisonomía abstracta se troncharía de risa porque rompería la perspectiva y fragmentaría las superficies. MI cara dura reflejaría al alimón mi rostro de perfil y mi rostro de frente. Mis brazos serían de azul majorelle; mis piernas, de amarillo indio; mis pensamientos, de siena pálido; y el resto del cuerpo, de lavanda floral. Escribiría dibujos cubistas y escribiría caligramas con fotogramas de memes o mimis.
El arte que representaría mi personaje quedaría liberado del análisis y la analogía con la naturaleza sin dar impresión de dar impresión de profundidad de detalles.
P: ¿Es Harmonía para ti, un lugar imaginario dónde puedes refugiarte cuándo te encuentras en algún punto de tu vida estresado?
R: El estrés devasta hasta decir basta. Hemos de saber gestionarlo para evitar cefaleas, dificultades para conciliar el sueño, desórdenes en el apetito, ansiedades o depresiones. Nuestra actual sociedad en crisis (sin ideologías en el pensamiento político, marcada por el individualismo, desfasada por la tecnología y abetunada por la codicia) genera exasperación y consunción.
Necesitamos detenernos y dedicarnos tiempo para meditar, pasear, escuchar música, relajarnos o leer… Pinceladas de Harmonía.Con.Nos podemos refugiar en él porque mejora el nivel físico, emocional, mental y energético de nuestro organismo. Te da descanso, calma y presencia. Sin fármacos ni psicoanálisis. Una pista natural para mitigar el estrés y alcanzar la conciencia plena.