La enfermedad carnívora avanza en Australia continental. La infección está causada por una bacteria que produce una toxina que afecta al sistema inmunitario y provoca lesiones en la piel. Las marcas pueden parecer picaduras de insectos y pueden convertirse en horribles úlceras.
Esta nueva enfermedad conocida también Úlcera de Buruli, ha comenzado a extenderse por los suburbios de la ciudad de Melbourne. El profesor Brett Sutton, jefe de sanidad, ha emitido entonces una alerta sanitaria. Según el departamento de Salud, es la primera vez que este tipo de casos aparecen en territorio no costero.
El virus se propaga principalmente de dos maneras: a través de mosquitos o en el excremento de zarigüeya dentro del cual han permanecido dichos insectos. Los científicos han aclararon que, a diferencia de otros virus, no puede transmitirse de persona a persona. De momento tampoco se ha demostrado que las zarigüeyas puedan contagiar a las personas.
El Departamento de Salud de Victoria ha emitido un comunicado, alertando que cualquier persona que tenga una picadura de mosquito que no tenga buena pinta acuda a hacerse la prueba de diagnostico. Esto es fundamental para evitar la pérdida de la piel y los tejidos.
Los científicos afirman que tiene una evolución muy lenta, y que se puede tratar si se detecta a tiempo. Si se administran los antibióticos adecuados de obtienen muy buenos resultados.