La comisión de investigación de la ONU sobre Siria ha concluido que, diez años después del inicio de las protestas contra el régimen de Bashar al Assad, la situación no ha mejorado, ante la pasividad de la Comunidad Internacional.
Los investigadores, liderados por Paulo Pinheiro, han divulgado un informe que, será presentado el 11 de Marzo en la sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Pinheiro insiste en que en Siria se han cometido crímenes internacionales, entre ellos crímenes contra la Humanidad y de guerra, «incluido el genocidio». Además denuncia que estos abusos, no están siendo castigados.
Las partes enfrentadas han dado prioridad a los objetivos políticos, por lo que los civiles han pagado el precio de un Gobierno autoritario, que se ha cargado todo tipo de oposición.
La financiación de armas y otros apoyos del exterior han complicado la transición pacifica y negociada y que nadie ha hecho nada por evitarlo ha declarado Pinheiro.
El grupo internacional ha colaborado con más de 60 investigaciones en otros países, pero hace falta más, ya que no se están cubriendo los derechos humanos ni las necesidades básicas. Mientras más de la mitad de la población siria vive fuera de sus hogares y dependen de la ayuda humanitaria para sobrevivir.