Un niño de 7 años muere al derrumbarse un iglú casero y quedar sepultado bajo la nieve durante quince minutos, en Tarasp (Suiza). El padre del niño también quedó enterrado con él, consiguió rescatarle con ayuda de los viandantes.
El niño fue trasladado de urgencia al hospital de la ciudad de Chur. Allí intentaron reanimarle pero ya era muy tarde. El niño llevaba demasiado tiempo enterrado y había fallecido a causa de las heridas.
Los familiares del muchacho están recibiendo ayuda psicológica tras la trágica noticia. El y su padre llevaban días construyendo el iglú que alcanzaba los 4 metros de anchura.
Suiza se ha visto afectada por fuertes nevadas en los últimos días, y el cantón de los Grisones registró varios centímetros durante el fin de semana. La policía ya está investigando el trágico accidente.