La agencia de representantes WME ha decidido rescindir el contrato que tenía con el actor Armie Hammer. El protagonista de Call Me By Your Name o Rebeca afronta el golpe final de la industria cinematográfica al quedarse sin representación. La agencia WME que lleva a grandes artistas como Rihanna, Ryan Gosling o Rami Malek ha tomado la decisión después de que Hammer haya sido acusado de realizar prácticas sexuales violentas.
A principios de año, una cuenta anónima de Instagram publicó varias conversaciones privadas de Hammer. En ellas el actor relataba varias fantasías violentas en las que admitía ser “100% caníbal”. Entre los mensajes que han generado polémica se puede leer que Hammer quería “sostener tu corazón en mis manos y controlarlo cuando late” o admitía estar masturbándose “mientras pienso en romperte las costillas”.
Tras el revuelo originado en las redes el actor decidió abandonar todos sus proyectos en curso. Hammer estaba rodando la película Shotgun Wedding, en la que participaba con Jennifer López, y la serie The Offer. La revista Variety ha confirmado que el publicista del actor también habría puesto fin a su relación profesional. Pese a ello aún se desconoce si se han cancelado sus proyectos futuros como la secuela de Call Me By Your Name.
Armie Hammer se encuentra en proceso de divorcio de su mujer Elizabeth Chambers, con la que tiene dos hijos. Tras la polémica la actriz habría declarado ofrecer su apoyo “a cualquier víctima de agresión sexual o abusos”. Lejos de defender al padre de sus hijos, Chambers ha asegurado que está “en shock, con el corazón roto y devastada”.
Otras exparejas del actor han confirmado el carácter violento de Hammer y le han acusado de ser emocionalmente abusivo. Por su parte, el actor ha negado todas las acusaciones y justificaba su retirada temporal de la pantalla debido “a los viciosos y espurios ataques en Internet contra mi persona” para centrarse en sus hijos.