El cardenal George Pell, de 77 años, finalmente enfrentará la justicia en Australia, acusado de abusar de menores. Pell fue el jefe de las finanzas del Vaticano y consejero directo del papa Francisco, hasta el pasado junio luego de ser imputado.
Pell deberá ahora responder por tales acusaciones, a las que él en reiteradas oportunidades se ha declarado inocente. La juez Belinda Wallington, informó sobre su decisión a las puertas del Tribunal de Magistrados de Melbourne, la capital del Estado de Victoria, lugar donde declaró su inocencia.
El proceso judicial preliminar comenzó el 05 de marzo concluyó con la decisión de Wallington, pero se desconoce el número de veces del supuesto abuso sexual a menores, ya que los guardan en secreto sumarial.
El acusado, ejerció su sacerdocio en su natal Ballarat en 1979 hasta 1984, lapso en el que ocurrieron muchos casos de niños abusados, pero por parte del exsacerdote Gerald Ridsale y quien fue condenado a ocho años.
Pella dijo desconocer la mayoría de los 4.444 casos que fueron denunciados entre 1980 y 2015, incluso muchos se produjeron cuando fue arzobispo de Melbourne, entre 1996 y 2001 y de Sidney, hasta 2014.
La Santa Sede se pronunció al respeto del caso del sacerdote pederasta, por medio de su portavoz, Greg Burke, respondiendo que «El Vaticano toma nota de la decisión dictada por la autoridad judicial australiana. El año pasado el Santo Padre le dio un período de excedencia para poderse defender de las acusaciones que le fueron realizadas. Y tal disposición continúa vigente”.
Es decir, que el Vaticano confía en la inocencia de Pell hasta que se demuestre lo contrario, de ser realmente el culpable. La ligera sensación de que puede ser absuelto, al decir en reiteradas ocasiones que es inicente, es compartida por sectores de la Santa Sede, pero otros cuestionan que lo hayan colocado en un cargo tan sensible cuando incluso ya se le acusaba de pederasta.