No es para nada usual que en un funeral ocurran cosas que no sean agradables para los familiares del difunto, por ejemplo, lo que pasó a la familia de Linus Philip, un hombre de años que fue abatido por funcionarios policiales en Florida, Estados Unidos, pues resulta que en pleno velorio, unos detectives abrieron la urna para desbloquear su celular con su huella dactilar tratando de conseguir ciertas evidencias.
Parte de la información publicada en Tampa Bay Times, expresa que los detectives le agarraron la mano al difunto para colocar su dedo en el sensor de huellas dactilares para desbloquear el celular. El método aplicado, es totalmente legal, según Charlie Rose, profesor de la escuela de leyes de la Universidad de Stetson.
“Si bien una persona fallecida no tiene mayor interés personal en lo que queda de su cuerpo, definitivamente la familia sí lo tiene”, indicó.
El asunto es que la actuación de los funcionarios no fue nada agradable a la vista de sus familiares, pues les causó molestia en medio de su dolor. Los comentarios de la novia del muerto no se hicieron esperar ante tal escena. “Sentí que me faltaron al respeto”, dijo la muchacha en medio de su sufrimiento.