El papa Francisco declaró este domingo estar “preocupado” por la situación en Nicaragua y, tras el rezo del Regina Coeli ante miles de fieles en la Plaza de San Pedro, pidió el “fin de la violencia” en el país centroamericano.
“Estoy preocupado por cuanto está sucediendo en estos días en Nicaragua, donde, tras una protesta social, se han producido enfrentamientos que han causado algunas víctimas”, expresó el pontífice.
“Manifiesto mi cercanía en la oración a ese amado país y me uno a los obispos en el llamamiento a que cese toda violencia, se evite un inútil derramamiento de sangre y las cuestiones abiertas se resuelvan pacíficamente y con sentido de responsabilidad”, agregó Jorge Bergoglio.
En Nicaragua las protestas que comenzaron el miércoles y se han intensificado el sábado, han dejado al menos 10 muertos según datos del Gobierno, correspondientes al viernes, mientras que organismos humanitarios aseguraron ayer que ya son 24 las víctimas mortales.