A nivel nacional miles de médicos, enfermeras y personal de salud se unieron en una sola voz a través de protestas pacíficas, para que sus peticiones sean escuchadas, pues ellos tampoco escapan de la crisis que atraviesa Venezuela.
Así como el grave problema con la alimentación, también es preocupante es el tema de salud que cada día está en más detrimento. Con consignas como: «Queremos salud», «La salud somos todos», «SOS insumos urgente» y «Por un salario justo», tanto los batas blancas como quienes trabajan en tan importante área, rodearon hospitales, gobernaciones, plazas y avenidas en todo e territorio en forma de descontento, porque ni su trabajo es dignificado salarialmente, ni mucho menos cuentan con los insumos para atender los casos de los pacientes debidamente.
Una de las principales peticiones, es que el Gobierno nacional permita la apertura del canal humanitario, ya que el presidente Nicolás Maduro se han negado a aceptar ayuda de afuera y para los galenos es inaceptable que no se pongan la mano en el corazón antes que pensar en política.
«La excusa del Gobierno es que Estados Unidos nos tiene bloqueados, pero les digo que también hay otros países que se han ofrecido a ayudar y ellos se niegan a aceptarla, no se justifica por nada del mundo que la gente se muera por el orgullo de ellos cuando aquí la realidad es que no hay medicamentos y los que hay están muy caros», expresó María Ruiz una de las médicos manifestantes del estado Yaracuy.
A muchos les preoupa el hecho de que la mayoría de los hospitales del país, estén en condiciones deplorables y sin insumos, ya que el no contar con medicamentos y demás implementos para trabajar, pone en riesgo la vida de muchos.
«Se ha muerto mucha gente no por negligencia médica, sino que aquí trabajamos con las ‘uñas’ y eso no se justifica, hacemos milagros brincando aquí y allá para conseguirles, por ejemplo, algo tan importante como una solución o un antibiótico. Los familiares también sufren el hecho que haya tanta deficiencia y que no tengan los recursos para palear la crisis», dijo Neila Moreno, enfermera de un hospital de la capital del país.