El Gobierno de Donald Trump expulsó este lunes a 60 agentes de los Servicios Secretos Rusos, así como el cierre del consulado ruso en Seattle, debido al envenenamiento del exdoble espía Serguei Skripal, en territorio británico.
Reino Unido acusa directamente a Moscú del hecho, pero Rusia niega su implicación.
Los agentes expulsados, están destacados en la Organización de las Naciones Unidas en Nueva York y tienen un lapso de siete días para abandonar Estados Unidos, según reseñó la Agencia de Noticias Alemana, DPA.
Estados Unidos ve el atentado como un ataque contra la seguridad y estabilidad de su aliado más estrecho, así lo analizó con un agente neurotóxico en Reino Unido. La medida probablemente fue coordinada con Reino Unido y otros aliados.
Rusia cuenta actualmente en Estados Unidos con más de 100 agentes activos, en este caso, las expulsiones afectan a aquellos que se dedican en gran medida a «recopilar informaciones agresivas», aunque un funcionario de alto rango de la Casa Blanca no quiso ofrecer detalles en relación a qué clase de informaciones se refiere.