La venganza es un plato que se sirve frío y Holanda llevaba desde que el sorteo dictaminó que se vería las caras con España con un único pensamiento: tomarse la revancha del Mundial de 2010. Por ello, los tulipanes más que frío sirvieron su venganza contra los españoles en un plato helado tras humillar a los actuales campeones del mundo con un sonrojante 1-5.
Sin embargo, el inicio de partido no hacía presagiar un final tan fatídico para los hombres de Vicente del Bosque. Con la alineación de Diego Costa, España controló el primer tramo de partido tocando tanto en corto como en largo en busca del ariete del Atlético de Madrid deshaciendo la telaraña diseñada por Louis Van Gaal. Entre medias hubo algún susto, como una clara oportunidad que le sacó Iker Casillas a Wesley Sneijder.
El viento sopló a favor de España en el minuto 26, cuando Nicola Rizzoli decretó como penalti un piscinazo dentro del área de Diego Costa. Xabi Alonso no falló desde los once metros y puso el 1-0 en el marcador. Dio la sensación de que lo más difícil, abrir el marcador, estaba hecho y que los españoles podían sentenciar el partido aprovechando de que los tulipanes tenían que adelantar líneas en busca del empate.
De hecho, el guión estaba saliendo a la perfección hasta que David Silva, tras un excelente pase de Andrés Iniesta, se quedó solo ante Cillessen y tuvo la ocasión de dar la puntilla a su rival. Sin embargo, falló y eso ante un rival con ansias de venganza se suele pagar. Robin Van Persie puso las tablas antes del descanso con un brillante testarazo demostrando que no era la tarde ni de Gerard Piqué ni de Sergio Ramos. El catalán habilitó al holandés para que no entrara en fuera de juego y el andaluz dejó al ariete libre de marca.
PESADILLA EN LA SEGUNDA PARTE
En la segunda mitad se esperaba una reacción de España. Nada más lejos de la realidad. En el minuto 53 Arjen Robben, con sus fallos de la final del Mundial 2010 aún en su retina, hizo un traje a Piqué y Ramos y fusiló a un Casillas sin ángel esta vez. Comenzaba a gestarse la venganza holandesa y la tragedia española. Algo que se confirmaría diez minutos más tarde. Van Persie hizo falta a Casillas en una mala salida por alto del portero y De Vrij aprovechó para marcar el 1-3.
España no tuvo capacidad de reacción alguna ni realizando cambios y Holanda olió sangre. Algo que resultó un cóctel explosivo contra los intereses de los españoles. En el minuto 72, Casillas puso la guinda al hundimiento de los de Del Bosque regalando el 1-4 a Van Persie. Lo peor para España es que la pesadilla no acabó ahí. Robben en el minuto 80 volvió a dejar en evidencia a Sergio Ramos y consumó su venganza particular haciendo el 1-5.
Holanda tuvo ocasiones para lograr un resultado aún más humillante, pero afortunadamente ya no volvieron a estar más acertados ante Casillas. El Mundial se pone muy cuesta arriba para España, que tiene que ganar y golear a Chile y Australia para volver a la vida. Tarea difícil, pero no imposible y si hay un equipo en el mundo al que nunca se debe dar por muerto ése es España. En el Mundial de 2010 también le dieron por eliminada tras el primer partido y al final acabó firmando la página más brillante de su historia. Cuatro años más tarde toca repetir y demostrar que siguen siendo un equipo campeón no sólo por ganar títulos, sino por saber levantarse siempre en los momentos duros.