Una vez pasada la alegría de los partidos de semifinales por los aficionados y los clubes vencedores, llega el momento de los líos.

Vayamos por partes. La final se disputará el próximo 24 de mayo en Lisboa entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid, lo que le da un valor añadido al ser el derbi de la capital española. Éste hecho hace que las ganas de acudir sean mayores para todos.
El estadio de Da Luz tiene una capacidad de 58.000 espectadores. De esas localidades, la Uefa se queda la friolera de 24.000 para sus compromisos con patrocinadores. Esa cifra parece una barbaridad si encima la comparamos con la ridícula cantidad que otorga a cada club finalista, 17.000. Pues bien, de esas 17.000, el club tiene que repartir primero un cantidad a sus jugadores, que en el caso madridista ronda las 50 por cabeza, además de las que se quedan directivos y empleados del club y las que necesitan para cumplir con compromisos. Al final tan sólo unas 13.000 entradas serán las que se repartan entre los seguidores de los clubes, porque en el Atlético pasa más o menos lo mismo. El precio de las mismas irá desde los 70 euros la más barata hasta los 390 la más cara.
Salvado el escollo de la entrada, llega el problema de la noche en la capital portuguesa. Los hoteleros esperan hacer su ‘agosto’ y los precios están desorbitados llegando a rondar los 1600 euros por una sola noche. Así que más de uno ya está preparando el viaje de tal manera que vaya y vuelva en el día del partido.
Aún así, la fiesta histórica entre dos equipos de la misma ciudad será recordada durante mucho tiempo. Abróchense los cinturones y póngase cómodos porque la batalla promete ser épica.