Barak Obama inicia en Japón su recorrido por el continente asiático para afianzar las alianzas en la región. En su primera parada, la visita se abrió con la ceremonia oficial de acogida en el Palacio Imperial del Emperador Akihito y de su esposa Michiko. El Presidente estadounidense ha recordado, durante la rueda de prensa junto al primer ministro Shinzo Abe en Tokio, la vigencia del Art. 5 del Tratado USA- Japón de recíproca cooperación y seguridad en el que se especifica que se incluyen las islas Senkaku. El periodo es delicado, por una parte China quiere expandirse y por otra, Corea del sur es siempre una amenaza.
“Históricamente”, ha continuado Obama, “han sido administradas por Japón y no creemos que dabn ser sujetas a una modificación unilateral”. Pues, desde este punto de vista, “es indudable que la cobertura del artículo cinco se extiende a todos los territorios administrados por la isla japonesa”.
Tokyo y Pekín son, desde hace casi dos mil años, son protagonistas de fuertes altercados diplomáticos sobre el deshabitado archipiélago en el mar de China, considerado estratégico, también por los recursos naturales. El tratado USA- Japón de defensa requiere que Washington intervenga a favor de Tokyo en el caso de que se produjera un ataque según el esquema.
El presidente, remancando que la alianza entre los dos países es “el fundamente no solo para nuestra seguridad en la zona asia- pacífico, sino también para toda la región”. Ha invitado a China y a Japón a calmarse y a risolver sus problemas bilaterales con el diálogo. Obama ha recordado la importancia de “la libertad de navegación” haciendo, así, referencia a la situación meridional del Mar de China.