Las nuevas estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación de la Agricultura (FAO) sobre los gases de efecto invernadero han mostrado que las emisiones procedentes de la agricultura, la silvicultura y la pesca casi se han duplicado en los últimos cincuenta años, y podrían aumentar en un 30 por ciento adicional para 2050 si no se lleva a cabo un esfuerzo mayor para reducirlas.
Es la primera vez que la FAO publica sus propias estimaciones globales de gases de efecto invernadero (GEI) procedentes de la agricultura, silvicultura y otros usos de la tierra (AFOLU, acrónimo en inglés de agriculture, forestry and other land use), contribuyendo al próximo Quinto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés).
Las emisiones agrícolas procedentes de la producción agropecuaria crecieron desde 4.700 millones de toneladas de equivalentes de dióxido de carbono en 2001, a más de 5.300 millones de toneladas en 2011, lo que supone un aumento del 14 por ciento. El incremento se produjo principalmente en los países en desarrollo debido a la expansión del total de la producción agrícola.
En 2011, el 44 por ciento de la producción de GEI relacionados con la agricultura se produjo en Asia, seguida por América (25 por ciento), África (15 por ciento), Europa (12 por ciento) y Oceanía (4 por ciento), una distribución regional que se mantuvo en general constante durante la última década.
Por otra parte, los nuevos datos proporcionan también una visión detallada de las emisiones del uso de energía en el sector agrícola a partir de fuentes tradicionales de combustible, incluyendo la electricidad y los combustibles fósiles quemados para mover maquinaria agrícola, bombas de riego y buques pesqueros, con un crecimiento del 75 por ciento desde 1990.