La reina de Inglaterra Elisabeth y su consorte, el Duque de Edimburgo, han abandonado Roma hace una hora después de una visita relámpago. Siguiendo los pasos del presidente de Estados Unidos, en la mitad de tiempo (mediodía) los monarcas han visitado al Presidente de la República Giorgio Napolitano y al Papa Francisco.
La puntualidad británica ha brillado por su ausencia, pero no lo ha hecho el humor, ya que al encuentro con el Papa han llegado con 20 minutos de retraso. Las disculpas no se hicieron esperar: “Lo sentimos por haberlo hecho esperar, pero estábamos comiendo con el presidente Napolitano”, explicó Su Majestad nada más llegar a las dependencias papales donde los esperaba el Sumo Pontífice, A pesar de la espera, el encuentro se desarrolló entre sonrisas, de forma cordial y en un ambiente casi familiar.
Una reina feliz, que intercambió sonrisas desde su llegada a la aeropuerto de Ciampino esta misma mañana. Primera parada: El palacio presidencial, El Quirinale, donde los esperaba Giorgio Napolitano acompañado de su esposa. Un encuentro, según explicaron los periodistas invitados, que se desarrolló en inglés en cordial informalidad.
Una visita exprés que terminaba a las 16.30 con el despegue del avión privado de la familia real.