Ni el ‘Capitán América’ puede luchar contra el fenómeno mediático en el que se ha convertido ‘Ocho apellidos vascos’, ya que ni el estreno este pasado viernes de la superproducción norteamericna ha conseguido evitar que un fin de semana más, y  ya van tres, la comedia española haya sido la película que más recudación ha obtenido en la taquilla española.

Y es que la comedia de Emilio Martinéz Lázaro recaudó durante el pasado fin de semana 5,2 millones de euros, unas cifras que duplican a lo obtenido en taquilla por la cinta de los estudios Disney, que se tuvo que conformar con la segunda plaza de la taquilla al obtener  dos millones de euros.

El fenómeno de ‘Ocho apellidos vascos’ es más llamativo si se analizan todas sus cifras, ya que este último fin de semana superó en un 20% su recaudación con respecto al anterior, en el que ingresó una caja de 4,4 millones de euros.

‘Ocho apellidos vascos’ ha sido vista ya por 2,6 millones de espectadores y ha recaudado 16,1 millones de euros en total. Unos números que superan a los que marcó ‘El Lobo de Wall Street’ de Martin Scorsese, que con 11,8 millones de euros encabezaba hasta ahora el ránking de 2014, según los datos provisionales facilitados por la consultora Rentrak.

El éxito de la película que habla sobre los tópicos vascos y andaluces ha sorprendido hasta a Emilio Martínez Lázaro. «Esta cantidad de éxito yo, por lo menos, no la esperaba. Ni yo ni nadie. Es muy raro. Llegar a las cifras de recaudación de la primera semana es muy difícil, que la segunda semana las supere ya parece imposible. Da la impresión de que se está manteniendo también, es milagroso. Decía Pedro Pérez (expresidente de la Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales) en Twitter que había pasado de fenómeno cinematográfico a fenómeno social y yo también lo creo», declaró el director del film a ‘ABC’.

Dani Rovira, uno de los protagonistas de la película, cree dónde puede estar la clave del éxito alcanzado: «Como el primer fin de semana funcionó tan bien crea el efecto de que estás en el gimnasio, en el curro, en el bar, y están tus dos colegas contándote la película. Y dices: ‘Ya está, no me la contéis, quiero ir a verla’. El boca a boca es brutal. Hay gente que está yendo dos veces a verla. Es imposible esperar una cosa así. Ni el mismo público lo esperaba».

 

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