Sevilla Betis: Sevilla tiene un color especial y, en este caso, es más rojiblanco que nunca. Especialmente después de que los hombres de Unai Emery se hayan dado el gustazo de eliminar al Betis en el Benito Villamarín tras lograr la gesta de igualar el 0-2 con el que los verdiblancos ganaron en el Sánchez Pizjuán y sentenciar en los penaltis su pase a los cuartos de final de la Europa League.

Y es que el inicio de partido demostró que los hombres de Gabriel Calderón no iban a disfrutar de su mejor noche. A los 16 minutos, Damien Perquis tuvo que retirarse lesionado confirmando que lo que sufre el conjunto bético en defensa es una auténtica plaga. Por si esto no fuera poco, José Antonio Reyes adelantó cinco minutos después al Sevilla tras aprovechar una buena asistencia desde la izquierda de Alberto Moreno; y es que esta temporada las desgracias en el Betis nunca vienen solas. El gol de los de Unai Emery dejó helado tanto al propio Betis como a toda la afición que poblaba el Villamarín. Sin embargo, los sevillistas no aprovecharon la zozobra de su rival para igualar la eliminatoria.

Lo pudieron hacer nada más comenzar la segunda parte, cuando Adán le sacó un uno contra uno a Mbia. Fue tras esta jugada cuando el Betis se quitó realmente los miedos y fue a buscar dejar sentenciada la eliminatoria. Leo Baptistao se echó el equipo a la espalda y dispuso de dos grandes ocasiones para igualar el marcador, pero en la primera su tiro se fue por poco arriba y en la segunda Beto estuvo muy atento para repeler su disparo.

Fue justo en estos minutos, los mejores del Betis del partido, cuando el Sevilla igualó la eliminatoria después de que Carlos Bacca finalizara un gran contragolpe de los hispalenses, el tanto también llegó después de que Calderón se pegara un tiro en el pie sustituyendo a Baptistao, el más activo del ataque bético.

Así se llegó a la prórroga, donde Adán, al igual que ya hiciera en la ida, volvió a ejercer de ángel de la guarda del Betis con una soberbia doble parada a Bacca. Sin embargo, la estrella del guardameta bético no volvió a brillar más en esta eliminatoria. El partido se fue a la tanda de penaltis para decidir el ganador y ahí el meta madrileño sólo logró desviar un lanzamiento.

Paradójicamente, su homólogo en el Sevilla, Beto, no logró parar ninguno de los cinco penaltis que le lanzaron, pero se aprovechó de los nervios que atenazaron a Ndiaye, lanzó al palo, y Nono, disparó fuera, para que el Sevilla culminara su gesta (2-4). Los hispalenses ya avisaron en la previa señalando que son el equipo que «nunca se rinde» y fueron fieles a su palabra en un Benito Villamarín que volvió a ser testigo de un ejemplo más de que esta temporada todo lo que puede salir mal en el Betis al final sale peor.

 

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