Unai Emery era la pura imagen de la felicidad después de que el Sevilla lograra la gesta de eliminar al Betis de la Europa League en el Benito Villamarín tras haber igualado el 0-2 del Sánchez Pizjuán y haberse impuso en la tanda de penaltis.
En rueda de prensa posterior al partido, el técnico vasco no tuvo más que palabras de elogio hacia sus jugadores: «El equipo lo ha dado todo. Se ha vaciado. Estamos muy contentos por la afición. Todo el esfuerzo en esta competición se ha visto en el partido de hoy. Pero ahora hay que seguir así y no pararnos para dejar un nombre en esta competición».
«La ida puso la eliminatoria muy cuesta arriba. Era un reto. Un desafío. Sabíamos que iba a ser muy complicado. Pensamos que lo podíamos sacar en 90 minutos pero se ha ido a 120 y ha sido muy duro», añadió.
Calderón: «El equipo salió bloqueado»
La otra cara de la moneda fue Gabriel Calderón, técnico del Betis, que reconoció que su equipo saltó al terreno de juego algo nervioso: “Estoy triste por la afición, que se merecía una alegría. En el primer tiempo el equipo salió bloqueado y no hizo nada de lo que le es habitual. Recibimos un gol merecidamente. En la segunda mitad fuimos nosotros y nos marcaron en la única ocasión de gol que tuvieron. Luego llegamos a los penaltis, que ya sabemos lo que son”.
El técnico argentino, además, se mostró preocupado sobre cómo puede afectar esta derrota a su equipo, que juega el domingo contra el Atlético de Madrid: “Veremos cómo está el equipo física y psicológicamente. El cansancio ganando el partido es una cosa y perdiendo, otra”.